A las 2:47 de la tarde estuvo claro, para los 340 mil 064 habitantes de la populosa colonia Miguel Hidalgo, en el municipio de Centro, que cuando su Gobernador, Javier May Rodríguez, dice que no se va a ir hasta que atienda hasta el último que solicite audiencia en las Jornadas de Atención, es que habla en firme.
Incluso, se puede afirmar que la máxima autoridad del estado fue literalmente a las y los ciudadanos, en el parque Covadonga, porque en un impulso rodeó el módulo donde atendía, junto a la presidenta municipal de Centro, Yolanda Osuna, y caminó hacia los de la fila, tomados por sorpresa y un alivio de satisfacción al sentir que, aunque eran los últimos, sus peticiones no perdían relevancia.
Un joven ciudadano, vestido aún con su ropa de trabajo, le solicitó acceso a una vivienda, y el mandatario, mirándolo a los ojos, le preguntó: “¿Estás casado?”. Las señoras que estaban adelante y atrás del muchacho, guardaron absoluto silencio para oír la respuesta del interpelado. “Sí”, dijo tímido y sonrojado. “Entonces, ve al Invitab, a que te tomen los datos, pero la vivienda va a salir a nombre de tu esposa”, lo previno el mandatario que, pese a la larga jornada de más de 5 horas, no mostraba signos de cansancio. Su cuerpo estaba relajado y su cara sonriente, feliz de atender a su pueblo.
“¿Dónde va la fila, donde va la fila? Ahí voy, ahí voy”, decía para que lo oyeran adelante, la docena que faltaba. A una señora de la tercera edad, que le dijo que no tenía terreno, pero quería también una casita, el gobernador la miró por arriba de los lentes y se conmovió. “Ahorita te toman los datos —replicó—. ¿Quién más viene por vivienda?”, alzó la voz y unas manos se levantaron sobre sus cabezas. “Pasen, pasen —les dijo la primera autoridad estatal—, las señoritas los llevarán al Invitab”.
Don Leónidas Damián, que no quitaba la vista al mandatario, fue el último en ser atendido antes de que concluyera una de las Jornadas de Atención que más ha durado y atraído al pueblo. Caminó junto al Gobernador por el campo de futbol adecuado para recibir los módulos y servicios que se brindaron desde temprano a la comunidad, exponiendo su asunto para luego despedirlo con un abrazo de agradecimiento.
El corazón de don Leónidas encontró un bálsamo para regresar al hospital Juan Graham, donde en una de las camas está internado su hijo. Oriundo de la Villa El Triunfo, Balancán, los hombros de este padre bondadoso se aligeraron al sentir que tiene el apoyo del mandatario estatal.
“El gobernador me dijo que me va a ayudar en la operación de mi hijo. Agradezco a él y a su equipo la atención que me dieron aquí en la jornada. Yo veo a un Gobernador muy humano, él es muy buena gente. Y ya aquí en el módulo de Salud van a atender mi solicitud, gracias a la intervención del Gobernador”, expresó aliviado al recibir una respuesta rápida y efectiva a sus necesidades.
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