Al resaltar que el programa de Viviendas para el Bienestar, impulsado por el Gobierno del Pueblo y el Gobierno de México, cambia la realidad y transforma la vida de las familias, Javier May Rodríguez supervisó la construcción de las casas que se realizan en Macuspana.
Durante un recorrido por las viviendas que están en proceso de construcción en el Centro Integrador Alcalde Mayor de este municipio, el mandatario recordó que su gobierno tiene contemplada la construcción de 20 mil viviendas rurales para familias que no cuentan con recursos para tener una vivienda digna.
Indicó que este año serán entregadas las primeras 3 mil 300 viviendas de este importante programa que acorta la brecha de desigualdad social, y cuyas escrituras saldrán a nombre de las amas de casa para garantizar que tanto ellas como sus hijos cuenten siempre con un patrimonio y puedan permanecer en sus hogares, ante cualquier situación que enfrenten con sus parejas.
“Nosotros planteamos este programa para mujeres jefas de familia. Ya iniciamos la construcción de las viviendas, en esta comunidad hay casas en proceso de construcción y en otros puntos ya hay casas terminadas”, destacó.
Además de las viviendas, en Macuspana se han puesto en marcha programas sociales como Crédito Ganadero a la Palabra, Pescando Vida y Sembrando Vida, con los que se atiende a las comunidades y sectores rezagados y olvidados, pero que “hoy están en el centro de las decisiones del gobierno”, concluyó.
AGRADECE BENEFICIARIA APOYO INÉDITO
A 25 días desde que inició su edificación, la casa de Norma Alicia Hernández de la Cruz está ya muy avanzada. Durante la supervisión de su vivienda en Alcalde Mayor, este jueves pudo atestiguar que ya se levantaron las paredes y prácticamente está lista la obra negra del que será su nuevo hogar.
Todavía con incredulidad de lo que está a punto de recibir, la beneficiaria de este noble programa admitió que cuando recibió su constancia de vivienda pensaba que no vería este sueño materializado; “a la vez sí, y a la vez no, porque luego llegaban muchos y nada más nos engañaban”.
“Ahora sí, mil gracias al gobernador, a la Presidenta y a todos los que están colaborando, mil gracias por mi casa”, expresó la ama de casa quien ahora tiene la seguridad de que pasará de una vivienda de lámina, calurosa e insegura, a un sitio propio y cómodo donde pueda vivir junto a su esposo y a su hija. “Y además a mi nombre”, señaló entre risas.
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