El grupo de ejidatarios era casi el mismo que el año pasado, cuando se acercaron a los entonces candidatos Javier May Rodríguez y Beatriz Castañón Félix, por el rumbo de El Triunfo, Balancán, para solicitarles la rehabilitación de un camino cosechero.
La comisaria ejidal, María de Lourdes Félix Torres, que es la primera mujer elegida autoridad en este municipio, cuenta que habían solicitado desde años atrás, en diferentes oportunidades, la reparación de la trilla, pero no los habían escuchado, a pesar de que por esta casi invisible vía sacan su ganado y cosechas los balancanenses que viven en alguno de los más de 20 ejidos de la zona.
Además, por este rumbo polvoroso que se pierde entre una subida que se va levantando hasta desaparecer entre ramas y maleza, caminan habitantes de Cuatro Poblados, San Pedro, Apatzingan y los estudiantes de la Universidad Benito Juárez.
Pero este viernes 13 de junio, las y los ejidatarios, integrados por adultos mayores, se colocaron bajo la sombra de los eucaliptos, frente a la mampara que señala la rehabilitación, compactación y conformación de la superficie de rodamiento de camino del Ejido Ojo de Agua. Algunos todavía no lo creen.
Procedente del Centro Integrador de San Pedro, donde tuvo lugar la audiencia comunitaria en la Jornada de Atención, arribó el Gobernador Javier May, quien fue invitado por la presidenta Beatriz Castañón Félix para dar el banderazo de salida a la obra municipal cuya inversión será de cuatro millones 382 mil 865 pesos con 99 centavos.
El mandatario está de acuerdo con los presentes del abandono en que estaban sumidos, recordando una frase que parecía sacada de una canción: «Jonuta y Balancán, déjalos como están».
Afortunadamente, dijo, «estamos en otra etapa, con un trabajo en equipo para avanzar más rápido, porque el tiempo apremia, hemos decidido mejorar las condiciones de vida de los habitantes, y es lo que estamos atendiendo», les dijo.
Junto a la maquinaria pesada que espera nada más el banderazo de salida de los distinguidos visitantes, se encuentra el delegado de Ojo de Agua, Pedro Ramírez Méndez, sonriente con todos los que lo acompañan de algunas comunidades cercanas, en su mayoría hombres delgados, pero correosos, dedicados al campo.
«Durante mucho tiempo estuvimos sufriendo con este camino, que en tiempos de lluvia se ponía en pésimas condiciones, ya que no podíamos sacar nuestras cosechas. Los compañeros ganaderos no podían hacer bien su trabajo para mover sus vacas y becerros. Ahora estamos muy contentos porque ya no será un problema», explicó .
La comunidad confirmó con un subibaja de testas lo que dijo el Gobernador: Cuando fue director de Fonatur, solicitó al Presidente Andrés Manuel López Obrador, hacer el camino que va a Ojo de Agua, como parte de las obras del Tren Maya.
«Nos fueron a ver los muchachos porque la Universidad (Benito Juárez) está acá y tenían condiciones complicadas para llegar a su escuela, le pedimos permiso al Presidente y nos dijo adelante, que lo hiciéramos».
Con la tranquilidad que dan los caminos, su vegetación increíble y las casas con techos mayas de cuatro aguas, los pobladores oyeron cómo atenderá el Gobierno del Pueblo los caminos que se dejaron caer.
«El Presidente (antes de irse) nos donó al Estado 13 mil toneladas de emulsión, y nosotros vamos a hacer los caminos con eso y el equipo obtenido con recursos y buena administración, eso va bajar mucho el costo por kilómetro de los caminos pavimentados».
La comisaria y el delegado piensan cada uno en los beneficios que traerá la reparación de trillas para los ganaderos, campesinos, universitarios y ejidatarios de la región.
Y se suman al gobernador, la presidenta municipal y el secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, para atestiguar el banderazo que prende la maquinaria pesada para ensanchar el camino hacia el progreso.
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