En la taquería La Lupita, frente al parque de Ocuiltzapotlán, la fiesta de La Natividad se adelantó. Guadalupe Reyes, taquero de cochinita pibil “no paró” de vender desde las seis de la mañana, en que los pobladores comenzaron a llegar para la Jornadas de Atención al Pueblo en Territorio celebrada en el municipio de Centro.
La servidora del Pueblo Rosaura Martínez llegó desde Lagartera Primera Sección para acompañar a las personas desde la mesa de recepción, donde otros 14 colegas suyos primero los registraron, hasta el módulo del servicio que solicitaban. A sus 55 años de edad, la socióloga está encantada de ayudar a prójimo.
“Desde hacía varios sexenios no había audiencias públicas. En un país democrático es justo retribuir estos servicios a la gente. No se trata de populismo, aquí la gente recibe lo que ya devengó en impuestos, con su trabajo”, sostuvo mientras conducía a una persona de la tercera edad al módulo del DIF.
En el módulo de Sembrando Vida, de la Secretaría de Bienestar federal, la variedad de productos, elaborados por beneficiarios, daban cuenta de su creatividad y esfuerzo para salir adelante. De Madero 3ª sección lanzaron un ungüento; de Jolochero sacaron un nib de cacao; de Aztlán prepararon una harina de plátano; de Paso Real, un insecticida foliar.
La encargada del área explicó que los productores recibieron asesorías para elaborar sus salsas, pinoles, licores frutales, aceites de coco, cafés con canela, entre otros productos exhibidos.
“Ellos no vienen a los eventos porque tendrían que recorrer distancias muy largas, como los de Aztlán, que tienen que tomar hasta dos lanchas. Pero estamos apoyándolos también en eso. De hecho, a mediados de diciembre, abriremos una tienda aquí en Ocuiltzapotlán para que el pueblo pueda acceder a estos productos agroecológicos y los emprendedores obtener ganancias”, comentó.
Con su sombrero chontal y una nevera bajo el brazo, Diógenes López se formó en la fila para las audiencias de Atención en Territorio. La primera vez que buscó al Gobernador fue en Astapa, pero por incrédulo y no tener fe de que el mandatario fuera a recibirlo, no llevó consigo sus deliciosas lechitas, flanes frescos y arroz con leche. “Me los hubieras traído, hombre”, le dijo el mandatario en aquella ocasión.
Ahora en Centro, cuando le tocó el turno, el Gobernador Javier May Rodríguez lo reconoció y recibió con buen agrado el obsequio del emprendedor. A un costado de la iglesia de La Natividad, el chelito contó su historia y reconoció “son una buena idea estas Jornadas. Antes, ¿cuándo ibas poder ver al gobernador? Estaban rodeados de puro guarura. Se ve la diferencia”.
Desde los siete años, por un glaucoma hereditario, Daniel Alfonso no ve, pero esto no fue impedimento para percibir en el gobierno una nueva actitud, desde el titular del Poder Ejecutivo hasta la directora del Secretariado del Ejecutivo del Consejo Estatal para Prevenir y Erradicar la Discriminación en el Estado de Tabasco, María Victoria Zarrabal Rabelo, que lo atendieron.
“Estamos notando una apertura y eso es un gran paso. El Gobernador Javier May me dijo que atenderá mi solicitud de contar con más espacios y acciones a favor de personas con discapacidad visual, y que nos tomen en cuenta para los empleos, porque hay lugares de trabajo para personas con síndrome Down y otras condiciones clínicas, pero para nosotros no”.
Daniel Alonso leyó con sus dedos el documento que Zarrabal Rabelo le entregó, y que está escrito en Braille. Sus manos están acostumbradas a leer a Dante Alighiere, Julio Verne, José Saramago y Juan Rulfo, entre una larga lista de libros en ese lenguaje que posee la Biblioteca Pública José María Pino Suárez. Por supuesto que el folleto fue de su agrado y explicó su deseo de que más servicios se brinden de esa manera.
En el escenario de la cancha, unos aparatos tecnológicos sorprendían a doña Enedina, que se colocó unos visores que parecían ser parte de unos juegos de realidad aumentada. A sus 76 años, la nativa de Ocuiltzapotlán escaneó sus iris para ser parte de la prueba piloto que convertirá, en un futuro inminente, la CURP en el documento de identidad por excelencia.
“La CURP biométrica facilitará el acceso a la salud, la educación y los programas de Bienestar. Además de escanear el iris, tendrá una fotografía, huellas dactilares y un escaneo del INE. Con estos candados de seguridad se dirá adiós a las suplantaciones de datos y las homonimias”, destacó Mirna Peralta Feria, encargada de actas foráneas del Registro Civil.
A un costado se unían en matrimonio Carlos Manuel Rodríguez e Imelda López, ambos con 44 años viviendo juntos. El sábado darán la sorpresa a cuatro hijos mayores y sus seis nietos. No quisieron soltar su secreto porque dudaban de que los atendieran. Su felicidad solo se comparaba a la del año 1980, cuando los dos de 22 años y 20 respectivamente, se conocieron en la fiesta de un amigo.
“Pensábamos hacer hicotea en sangre, pero ya casi no hay. Así que celebraremos con un pollo en sangre. Uno de los motivos por el que nos casamos es para asegurar el futuro del que sobreviva a la muerte del otro, es triste, pero hay que pensar en la seguridad de la pareja. Eso es el amor también. Nos animamos a casarnos porque nos amamos y porque aquí fue muy fácil y nos atendieron muy hermoso. Gracias, señor Gobernador, gracias servidores del pueblo”, dijo la recién casada.
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