Las lluvias de este 2024 para Tabasco tienen una tendencia similar a las vividas en las últimas tres grandes inundaciones, reconoció el director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Luis Antonio Cabrera.
El funcionario federal apuntó que en mayo iniciará la temporada de ciclones tropicales, tras una intenso estiaje, que proyecta a ser mucho más complicado hacia los meses de octubre y noviembre, debido a que las precipitaciones coincidirán con eventos de frente frío y tormentas tropicales.
«Todos señalan que vamos a una tendencia de cambio de condición de Niño a Niña. Estos fenómenos son cíclicos, y las transiciones suelen ser muy largas, de tres a cuatro años, sin embargo, este 2024 vamos a experimentar muy rápidamente la transición, hacia el mes de junio. Esto recuerda 2007, 2010 y 2020. Otra condición importante es que hacia septiembre, octubre y noviembre, convergen los eventos tropicales y los frentes fríos. La precipitación media de Tabasco son 2 mil 400 mm, sin embargo, el escenario significa precipitaciones arriba de los valores medios. Todos los modelos señalan un 90% de probabilidad de que la condición de Niña se presente».
Sin embargo, Luis Antonio Cabrera consideró que Tabasco está mucho más preparado que en años anteriores para enfrentar las intensas lluvias que, aunado al aporte de la población, podrían no afectar tanto.
«Desde 2007 hasta hoy, el Gobierno Federal ha invertido en Tabasco alrededor de 14 mil millones en obras de infraestructura como El Macayo, escotaduras en el Río de La Sierra, en el Grijalva, la laguna hacia el Aeropuerto. También nos hemos equipado con bombas para desalojo de aguas pluviales en centros de población. Si nos rebasara la demanda, solicitamos a los otros estados para que ayuden con equipo y con personal».
El titular de Conagua Tabasco reconoció que la transición gubernamental tras las elecciones del próximo dos de junio, serán un reto para las instituciones de Protección Civil, por lo que adelantó que se buscará trabajar con los funcionarios entrantes para estar prevenidos en el tema, una vez que las lluvias lleguen a la entidad.
«El clima no reconoce el calendario electoral. Después de junio, cuando tengan sus designaciones, tendríamos que trabajar los últimos meses sobre este tema, para atender la situación. Es importante, sobre todo para quien vaya a asumir Protección Civil».
Con respecto al estiaje que actualmente vive Tabasco, Luis Antonio Cabrera reconoció que las altas temperaturas se seguirán presentando, por lo menos por un mes más.
«Hablar de sequía en Tabasco es un poco complejo, lo que estamos viviendo es un estiaje. Enero, febrero y marzo concluyeron con precipitaciones debajo de lo normal. En marzo se rompió el récord de temperatura en Villahermosa con 41.8 grados. No se había registrado en 70 años. No se diga en la zona de los ríos, donde hubo 43 grados. Sobre el nivel de los ríos, si bien están en condiciones mínimas, no son extremas. Todavía, todo el mes de abril y parte de mayo tendremos temperaturas altas, y podríamos superar los rangos de 40 y 45 grados».
Esto ha obligado, informó el funcionario federal, a que las presas del Alto Grijalva se mantengan con una extracción mínima que permita garantizar la generación de energía, y a la vez, el abasto de agua en los ríos, para poder ser usada por las plantas potabilizadoras.
«Bajo este escenario se determinaron los parámetros mínimos para operar Peñitas, para no tener problemas en la parte baja de las obras de toma, así que en enero, febrero y marzo, se determinó que la extracción no podría bajar de 300 metros cúbicos por segundo. Angostura y Malpaso, los dos grandes vasos reguladores, están al 50% de su capacidad. Si tuviéramos estas precipitaciones importantes, tenemos mucho margen. Hay una demanda eléctrica en el estado y el país, que obligan a incrementar extracciones».
Sin embargo, Luis Antonio Cabrera reconoció que ya se están reportando problemas, particularmente sobre el Río Usumacinta, el cual, al no tener métodos de regulación, se encuentran en mínimos que no permiten extracción, o que incluso han generado colapsos en sus márgenes.
«Sobre todo en Balancán tenemos, dado el nivel del Río Usumacinta, no entra de manera franca en la toma. Ahí tenemos un problema. Hay que hacer un desazolve inmediato, pero la solución en firme es modificar la toma. Este año no daría tiempo, habrá que buscar el sitio adecuado. Tenemos otro punto crítico en el río Usumacinta a la altura del poblado La Guayaba, con un deslizamiento de una estructura. Ya tenemos la solución para atender, pues hay bastantes extensiones de cultivos».
Al final, el funcionario de Conagua anunció que, pese a concluir el sexenio de Andrés Manuel López Obrador con un desazolve de 285 kilómetros en diversos ríos, Tabasco no dejará de contar con un programa de dragado para la próxima administración.
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